La alegría
No abandonéis vuestra alma a la tristeza, y no os angustiéis en vuestros pensamientos.
La alegría del corazón es la vida del hombre ; la alegría del hombre alarga su vida.
Tened piedad de vuestra alma y apartad de vosotros la tristeza.
Porque la tristeza ha matado a muchos y no sirve para nada.
La envidia y la rabia acortan los días, y la iniquidad trae la vejez antes de tiempo.
El corazón bueno y sereno está en continuo banquete, porque para él se preparan cuidadosamente los mejores manjares.
El Eclesiástico