Ama a tu prójimo
Pues toda la ley se cumple en una sola palabra, en ésta:
«Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Gal 5 v14). Digo, pues continúa el apóstol Pablo en el v16, que andad en el Espíritu, y no satisfaréis los deseos de la carne.
Recordemos que la justicia de la ley se cumple en los que no andan según la carne, sino según el Espíritu (Rom 8 v4).
El que llega a la fe nace de nuevo, y recibe una participación en la gracia más grande y magnífica : el amor de Dios se derrama en su corazón por medio del Espíritu Santo, que le es dado (Rom 5 v5).
A partir de entonces, le resulta fácil amar a «todos». Ya no sabe quiénes son sus enemigos, y está dispuesto a dar todo lo que tiene. Una persona así dirá fácilmente: «¡Amo a mi prójimo como a mí mismo!».
¡Bien! Pero, ¿qué debemos hacer ahora? ¿No se te ocurre nada mejor? Entonces escucha: ¡se trata de descubrir cuánto te amas a ti mismo! Si eres superficial, puede que creas que te quieres más a ti mismo... pero despierta y experiméntalo en la vida cotidiana.
¿Te has dado cuenta de cuánto te gusta que te vean? ¿Que te saluden? Que te honren, que te den las gracias... etc. Si es así, puedes empezar a tratar a los demás (a tus semejantes) como te gustaría que te trataran a ti.
Hay muchos ámbitos en los que podemos aplicar esta regla y crecer en las virtudes de Cristo. Tal vez te gustaría dormir cuando estás cansado, pero el ruido que hacen los demás a tu alrededor te lo impide... Que así sea, pero ¿te has retractado? Más tarde puede que seas tú quien, al volver de una fiesta nocturna, por ejemplo, impidas dormir a los demás con tu comportamiento ruidoso y egoísta...
En mitad de la noche te despierta un claxon o otro ruido, un portazo... Pero, ¿cómo te comportas cuando conduces por ciudades y pueblos?
Veamos algunos ejemplos que pueden arrojar algo de luz sobre nuestro comportamiento, que a menudo dista mucho de ser irreprochable y acorde con la sana doctrina:
Le gusta que le paguen a tiempo: ¿cómo pagas tu?
¿Le gusta recibir cartas [correos electrónicos o mensajes]? - ¿Cómo y cuántas escribes tu?
¿Te gusta escuchar buenas palabras? - ¿Cuántas dices tu?
¿Te gusta que te respeten? - ¿Cuánto respetas a los demás?
Por eso Jesús dijo: «Todo lo que queráis que los demás hagan por vosotros, hacedlo también vosotros por ellos» Mat 7 v12
Es maravilloso haber recibido el Espíritu de Dios, pero es aún más maravilloso caminar -vivir- de acuerdo con ese Espíritu. Y si hacemos morir todas estas acciones del cuerpo, ¡viviremos! (Rom 8 v13)
Que Dios nos ayude a ser celosos y fervientes en, y a través, de este espíritu.
Kurt Woerlen